La neuroplasticidad es un tema fascinante en neuropsicología con muchos ángulos que se pueden estudiar, desde procesos cognitivos hasta procesos biológicos como la sinaptogénesis y la neurogénesis, así como partes del cerebro como el cerebelo y el hipocampo.
¿Qué es la neuroplasticidad?
La neuroplasticidad es un fenómeno que se refiere al hecho de que el cerebro no solo cambia en la infancia, sino también en la adultez. Estos cambios incluyen cambios anatómicos como el crecimiento de nuevas neuronas, pero también funcionalmente a través de redes neuronales y actividad (piensa en la famosa frase "las neuronas que se activan juntas, se conectan juntas").
Durante muchos años, los psicólogos pensaron que el cerebro era fijo, que no crecían nuevas neuronas y que el cerebro no cambiaba en los adultos. No fue hasta la década de 1960 que se acuñó el término "neuroplasticidad" después de que un experimento utilizando microscopía electrónica mostrara cambios anatómicos en la estructura cerebral (Fuchs & Flugge, 2014).
En la actualidad, la neuroplasticidad es un proceso cerebral ampliamente aceptado y es aprovechado por investigadores y terapeutas por igual para promover un desarrollo y una función cerebral saludables.
La neuroplasticidad está fuertemente relacionada con el campo de la neuropsicología y la psicología cognitiva. Algunos ejemplos de neuroplasticidad que fascinan a los investigadores incluyen: el aprendizaje de idiomas, la adquisición de nuevas habilidades y experiencias, la rehabilitación cognitiva, la música, el ejercicio y más.
Hallazgos generales de investigación sobre la neuroplasticidad
En esta sección, examinaremos más de cerca cómo el ejercicio estimula los procesos de neuroplasticidad y cómo las nuevas experiencias moldean el cerebro.
Ejercicio y Neuroplasticidad
El ejercicio es uno de los ejemplos más poderosos de neuroplasticidad. De hecho, está ganando atención en la comunidad no solo por sus efectos positivos sobre la cognición en poblaciones sanas, sino también por su capacidad para mejorar problemas graves como condiciones psiquiátricas o neurodegenerativas.
Los estudios han demostrado que los adultos jóvenes que hacen ejercicio tienen muchos avances cognitivos, como una mejor actuación en tareas de separación de patrones visuales (Dery et al., 2013). Además, en las poblaciones mayores que hacen ejercicio, tanto la memoria a corto como a largo plazo son más fuertes (Cassilhas et al., 2007). Estos estudios, entre muchos otros, demuestran la influencia positiva del ejercicio en el hipocampo, que es esencial para el procesamiento de la memoria. El ejercicio cambia las moléculas que son necesarias para la neuroplasticidad, como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), un factor de crecimiento que estimula el crecimiento celular (Cassilhas, Tufik, & de Mello, 2016).
Nuevas experiencias impulsan la neuroplasticidad
Se sabe que las nuevas experiencias impulsan la neuroplasticidad. De hecho, se ha demostrado que los entornos enriquecidos y la experiencia de muchas cosas diferentes conducen a cambios en muchas áreas diferentes del cerebro que responden y procesan estímulos ambientales, incluyendo la: amígdala, corteza auditiva, hipocampo, ganglios basales y la corteza somatosensorial primaria. Además, investigaciones han demostrado que no solo las neuronas cambian como resultado de la experiencia, sino también otras partes del cerebro, incluyendo la cerebrovasculatura y las células macrogliales (Markham & Greenough, 2004).
¿Cómo pueden los experimentos en línea capturar la neuroplasticidad?
La neuroplasticidad es un tema extenso de interés en el que se combinan muchos métodos y enfoques para obtener una mejor comprensión de este fenómeno. Debido a que la neuroplasticidad es algo que ocurre a nivel anatómico, los estudios que utilizan modelos animales y análisis histológicos han sido cruciales para demostrar procesos neuroplásticos como la neurogénesis.
Sin embargo, en humanos, se utilizan enfoques no invasivos para estudiar la neuroplasticidad, incluyendo: electroencefalogramas (EEGs) y estimulación magnética transcraneal (TMS).
Con Labvanced, es posible combinar estos dispositivos (y más) utilizando Python. De esa manera, puedes crear tu experimento rápidamente usando la aplicación y luego registrar datos fisiológicos además de los datos capturados por el sistema Labvanced. De esta forma, utilizando tecnología avanzada y nuestra plataforma, es posible llevar a cabo experimentos en línea y neuroplasticidad al mismo tiempo.
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Referencias
Cassilhas, R. C., Tufik, S., & de Mello, M. T. (2016). Ejercicio físico, neuroplasticidad, aprendizaje espacial y memoria. Cellular and Molecular Life Sciences, 73(5), 975-983.
Cassilhas, R. C., Viana, V. A., Grassmann, V., Santos, R. T., Santos, R. F., Tufik, S. E. R. G. I. O., & Mello, M. T. (2007). El impacto del ejercicio de resistencia en la función cognitiva de los ancianos. Medicine and science in sports and exercise, 39(8), 1401.
Déry, N., Pilgrim, M., Gibala, M., Gillen, J., Wojtowicz, J. M., MacQueen, G., & Becker, S. (2013). La neurogénesis hipocampal en adultos reduce la interferencia de la memoria en humanos: efectos opuestos del ejercicio aeróbico y la depresión. Frontiers in neuroscience, 7, 66.
Fuchs, E., & Flügge, G. (2014). Neuroplasticidad adulta: más de 40 años de investigación. Neural plasticity, 2014.
Markham, J. A., & Greenough, W. T. (2004). Plasticidad cerebral impulsada por la experiencia: más allá de la sinapsis. Neuron glia biology, 1(4), 351-363.